18 de agosto, de 2016

Todos los padres conocen lo que supone tener hijos en casa: estamos todo el tiempo tras ellos, y lo disfrutamos; sin embargo, esa fascinación por los hijos puede lograr que se deje de lado el sostén principal de la familia: la relación de la pareja.

En promedio, tener hijos supone dedicar de 15 a 20 años exclusivamente a ellos, y no podemos permitir que los integrantes de la pareja olvidemos las necesidades y deseos personales en ese período, ya que si se descuidan esos aspectos, al momento en el que los hijos “abandonen el nido” nos daremos cuenta de que no nos hemos desarrollado independientemente, y por lo tanto, la pareja se disolvería porque ya nada tendrían en común sus miembros.

Cuando hablamos de “intimidad”, no sólo nos referimos a la intimidad sexual, sino también a la intimidad afectiva que todas las parejas necesitan para resultar ser parejas sanas. Por lo tanto, a continuación les presentaremos 8 consejos para mantener la intimidad en pareja cuando hay hijos en casa:

  1. Que los hijos duerman en la cama matrimonial resulta hermoso en los primeros años de vida, pero no podemos permitir que se conviertan en los reyes de ésta. La pareja tiene que tener su lugar y los hijos el suyo, de lo contrario, será necesario que los padres busquen otro lugar para poder tener momentos de intimidad.
  2. Si los chicos tienen rutinas definidas, con horarios fijos, se acostumbrarán; por lo tanto, la pareja podrá encontrar momentos para disfrutar a solas.
  3. Es necesario que las parejas tengan sus actividades y salidas a solas, sin hijos y sin culpas.
  4. El hecho de llamar “mamá” o “papá” a tu pareja hace que se despersonalice la persona, que deje de tener autonomía y por lo tanto, deseos propios. Esos títulos deben mantenerse sólo para los hijos y nadie más.
  5. Tienen que organizarse para tener al menos un día a la semana libre de hijos. Debe seleccionarse un día en el cual salir o quedarse en casa tranquilos disfrutando de una cena o una película. Los chicos pueden quedarse con sus abuelos al menos una noche.
  6. Organizar viajes juntos y solos para poder encontrarse fuera de la rutina y de los espacios cotidianos.
  7. Poner límites al formar parte de la vida social de los hijos. Siempre es un encanto compartir momentos de colegio o festejos con los hijos, sin embargo, no es necesario que esas actividades se conviertan en el principal momento de encuentro familiar, o mejor dicho, de la pareja.
  8. Los hijos adolescentes muchas veces generan tensiones en las parejas debido a la complejidad de la edad, logrando que las discusiones se incrementen con frecuencia. Por lo tanto, es recomendable ocuparse de ellos pero no preocuparse de forma innecesaria.
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